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La hidroimpresión, también conocida como impresión hidrográfica o WTP (del inglés Water Transfer Printing), es una técnica cuya aplicación permite decorar toda clase de materiales, sin importar la complejidad de su forma. La precisión y calidad de este proceso es altamente demandado en diversos sectores e industrias, ya que puede ser empleada para la decoración de toda clase de productos, bien sea desde objetos pequeños como zapatos y cascos de bicicletas, hasta tableros y llantas de automóviles.

El secreto de la hidroimpresión recae, principalmente en que el diseño o modelo de una lámina plástica, puede adherirse a otro objeto fácilmente; sin que sea relevante el componente del sustrato, ni la geometría o tamaño del objeto.

El procedimiento de la hidroimpresión

Para que el proceso se realice correctamente, requiere que la lámina esté fabricada con alcohol de polivinilo, un polímero soluble en agua que reacciona con la adición de un activador para convertir dicha lámina de plástico en tinta. Luego, el diseño de la lámina permanece flotando en la superficie del agua, para que posteriormente se proceda a sumergir la pieza que se desea decorar lentamente, y así, se adhiere el diseño.

Una vez terminado el proceso de inmersión, se procede a aclarar la pieza con agua para limpiarla y asimismo intensificar el proceso de adhesión. Finalmente se le debe aplicar una capa de laca protectora para preservar el diseño de la pieza.

Esta técnica abre la puerta a una amplia variedad de posibilidades, ya que el dibujo que se desea adherir a las otras piezas proviene de una lámina impresa, permitiendo una amplia variedad de diseños posibles, que pueden aplicarse sin importar su complejidad. La hidroimpresión permite unos acabados de alta calidad, que difícilmente podrían ser obtenidos en otros procesos de pintado o aerografía.

¿Qué necesitas para llevar a cabo una hidroimpresión?

Como ya mencionamos anteriormente, se requiere de una serie de equipos básicos para realizar proyectos de hidroimpresión, estos son: depósito de inmersión (para sumergir la pieza), película de impresión, activador, pintura base preparada, promotor de adherencia, laca protectora (acrílica), cabina especial para pintar, spray o pistola de aire comprimido con depósito para pintura (para aplicar color base, activador y laca), lijas de agua No. 1000 o 600, palo para mezclas, calentador de agua, termómetro, toallas limpiadoras, guantes de látex y una mascarilla facial.

Ahora bien, existen depósitos especializados para realizar el proceso de impresión por transferencia de agua. Estos son llamados “depósitos de inmersión”, y se dividen en dos tipos: los automáticos y los manuales. Los primeros realizan el proceso de producción prácticamente en su totalidad. Existen tintas especializadas para realizar procesos de impresión por transferencia de agua. 

Éstas se denominan como “depósitos de inmersión”, aunque también son conocidas como “sistemas de procesamiento”. Este tipo de equipo se encarga prácticamente de todo el proceso de producción. El agua se calienta a la temperatura que usted indique, un brazo aplica el activador; posteriormente otros sumergen las piezas. Este tipo de equipo se suele usar en procesos de manufactura que requieren grandes tirajes, tales como fábricas automotrices o maquiladoras.